Sumario: | Resumen: Según Michel De Certeau, la caminata urbana es una auténtica “enunciación” que articula la apropiación de un sistema espacial por parte de un sujeto. El cuerpo es la “focalización enunciadora del espacio” (De Certeau 2000: 142), “lo que organiza indefinidamente un aquí en relación con un allá, una ‘familiaridad’ en relación con una ‘extrañeza’” (142). Esta ponencia analizará los diversos modos en que el cuerpo y la escoria se manifiestan en los desplazamientos que textualiza la poesía del cubano Ángel Escobar (1957-1997). En este discurso maldiciente y blasfemo, que se identifica con lo que Josefina Ludmer recientemente ha denominado “la palabra visceral”, confluyen lo personal y lo político, constituyendo “un género antinacional latinoamericano” propio de los años 90 (Ludmer 2010: 160). En el caso de Escobar coinciden además una tradición iconoclasta de la poesía cubana del siglo veinte (Morán 2000, Rodríguez Gutiérrez 2008) y una inscripción poética del cuerpo que se relaciona con las alteraciones perceptivas propias de la esquizofrenia (Dykstra 2009). Para estudiar este último aspecto resultarán cruciales algunas claves de lectura propuestas por David William Foster y María Negroni a propósito de la última poesía de Alejandra Pizarnik (Foster 1995, 1997; Negroni, 2003).
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